El Cap de Creus, da igual las veces que vayas o los amaneceres que veas, porque siempre te sorprende. Y con Meri & Leo no pudo ser menos. Confesaremos que llegamos cuando el sol ya despuntaba por el horizonte, nos paramos en medio de la carretera y empezamos a andar. Taz, el perrito, fué también protagonista de ésta preboda y no sé deciros finalmente quién se lo pasó mejor, si él o nosotros 🙂
Gracias equipazo www.elramovolador.com & www.mariemarryme.com